Teología de las religiones
Faustino TEIXEIRA

Prólogo, por João Batista LIBÂNIO

 

   
 


La historia tiene sus ironías. El cristianismo nació dentro de un universo religioso pluralista. Al salir de su cuna judía, entró inmediatamente en contacto con las religiones paganas del mundo griego y romano. En ella se daba culto incluso al dios desconocido. Todo eso se olvidó desde el momento en que se convierte en religión oficial del Imperio Romano y se fue haciendo fundamento de la cultura occidental. La fe cristiana salió de Europa para conquistar los otros continentes y no para dialogar con las otras grandes religiones. Aunque en las inolvidables figuras de Matteo Ricci y de Roberto de Nobili intentó una apertura a las religiones de China e India, predominó una evangelización de conversión y anuncio, sin ninguna posibilidad de diálogo.

La modernidad sacudió la fe cristiana en Europa por la vía lenta del racionalismo, del teísmo y, últimamente, del ateísmo y el indiferentismo. Se anunció la muerte de Dios y de la religión. Brotó angustiosa la pregunta: cómo creer en una sociedad sin fe, secularizada, cada vez más invadida por los ídolos del placer, del dinero, del consumismo, del materialismo de vida.

Y he aquí que, en ese mismo contexto cultural, el cristiano encuentra otro reto. En medio del vacío creado por una secularización todavía creciente en muchas dimensiones, despuntan brotes religiosos. Vienen acompañados por una presencia creciente de tradiciones religiosas orientales, además del progreso sorprendente de la fe islámica, por ocupación no del territorio geográfico sino de los corazones. Los viajes, la globalización comercial y cultural, las migraciones y otros factores han llevado al interior de todos los países y personas el panorama mundial de las religiones. En 1993 en Chicago se proclama la Declaración del Parlamento de las Religiones. Es un documento elaborado en un encuentro que contó con la presencia de más de 6.500 personas de las más diversas denominaciones religiosas. El cristianismo no puede ignorar la existencia y presencia de estas grandes religiones, no sólo en el mundo sino también en el territorio en el que durante casi dos mil años él ha sido hegemónico y único.

El estudio de las otras religiones se ha hecho parte indispensable de la teología cristiana. Y no como mónadas aisladas ni por la pura curiosidad de conocerlas sino como una realidad teologal que cuestiona la revelación cristiana. La teología de las religiones exige una revisión profunda de muchas categorías tradicionales de la teología cristiana y llama al diálogo interreligioso. El encuentro con las otras tradiciones religiosas va más allá del ecumenismo interno de las iglesias cristianas. El teólogo cristiano abierto a su momento histórico no puede desconocer la novedad de este fenómeno, la importancia creciente de las religiones. El profesor Faustino Teixeira, de la Universidad Federal de Juiz de Fora, Brasil, ha estudiado esta temática del diálogo interreligioso. No aborda directamente la totalidad del fenómeno religioso actual, sobre todo en lo referente a la Nueva Era o Nueva Conciencia en el horizonte holístico, sino que se concentra en el estudio de la teología de las religiones y en el tratamiento teológico del diálogo interreligioso propiamente dicho en el espíritu abierto especialmente por el Concilio Vaticano II y en la línea de los escritos de Pablo VI, de Juan Pablo II y del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, a los que dedica un amplio espacio de exposición y de valoración crítica.

La función del teólogo no es la de repetir o resumir las enseñanzas del magisterio sino la de avanzar, desde una actitud respetuosa, por nuevos caminos. El profesor Faustino Teixeira lo hace de dos maneras en este libro: relatando la posición de los teólogos y expresando su propio pensamiento.

Presenta así una excelente descripción de las diferentes posiciones teológicas sobre el problema central subyacente en el diálogo interreligioso, a saber, la afirmación de la identidad cristiana en espíritu de apertura a las otras tradiciones religiosas en lo que concierne especialmente a la cuestión de la revelación y de la salvación en el triple nivel eclesiológico, cristológico y teologal.

En su trabajo consigue exponer, con gran claridad y precisión, las posiciones teológicas más importantes mediante la trilogía clásica del exclusivismo, inclusivismo y pluralismo. Lo hace sin dejarse enredar entre las mallas estrechas y rígidas de ese esquema, abriéndolo a nuevos matices, sobre todo en lo referente a la posición inclusivista. El lector atento acaba teniendo una visión bastante completa y clara de la complejidad de las cuestiones teológicas implicadas en el diálogo interreligioso.

En este marco, el profesor Faustino Teixeira toma posición propia por un inclusivismo abierto y diferenciado que, sin rendirse ante el pluralismo, abre un espacio mayor para el diálogo interreligioso.

El texto fluye fácil, sabroso, sin tropezar con tecnicismos exagerados o reflexiones herméticas. Estas cuestiones más sutiles son remitidas a las notas para que los que tengan un especial interés puedan avanzar por meandros más intrincados, dejando que el lector común siga su camino sin estorbos. En esta edición para los lectores de lengua española, el autor ha actualizado las notas y ha enriquecido el texto.

Me complace poder presentar al lector esta introducción a la teología de las religiones en un espíritu de diálogo interreligioso por medio de una obra tan clara, didáctica, bien estructurada y fundamental. La bibliografía del final y las innumerables notas a pie de página posibilitan estudios ulteriores a quien quiera acrecentar sus conocimientos.

 

   
 
João Batista Libânio
Belo Horizonte, Brasil

 

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